Es muy difícil no encontrarlo pensando en otra cosa que no sea fútbol,
"cuando uno vive su profesión y tiene un compromiso serio no puede dejar de pensar en su labor", así que Piedrahita piensa 20 horas del día en fútbol y las 4 restantes lo entrena y juega.
Cada vez que sube a su auto lo acompañan las canciones de Diomedes Díaz
"truena todo el tiempo porque me encantan todas sus melodías", incluso se anima a acompañarlo en el canto, "mis compañeros me dicen que vaya a un concurso, porque canto fatal pero creo que soy el mejor", dice entre risas.
Dicen sus colaboradores que no baila nada y que sólo sale a la pista con vallenatos
"el que no baila eso, no baila nada", aseguró. Bailando vallenato no hay que moverse mucho "pero no me hablen de otros ritmos que no tengo idea", remató.
Cuando puede, mira alguna película de acción, ficción ó animada.
"Los pitufos la vi tres veces y Buscando a Nemo unas diez veces por lo menos", contó. No le interesan las de terror, suficiente tiene con las preocupaciones e incertidumbres que le deja el fútbol día a día.
"Soy mas colombiano que la arepa santandereana", remarca con el acento español-bumangués, porque en muchas partes no lo toman como compatriota por su forma de hablar, además de sus buenos modales, refinados en Europa, lugar del que extraña: "la tranquilidad con la que se vive".
Wilson Piedrahita tiene una empresa importadora de ropa para damas hace más de ocho años y la distribuye sus prendas en Europa, la sensación de sus productos son los jeans 'levanta cola', bastante conveniente sí se hace un paralelo con América, "pero allá hay que ofrecer el jean como 'levanta culo' porque la cola allá es otra cosa" acotó el DT.
Asimismo, Piedrahita espera "que ésta empresa (América) sea tan exitosa para levantarse como la de los jeans", y relató que siempre pensó en llegar de alguna forma al equipo: "en Turquía encontré un vendedor local con la camiseta del América, fue algo sorprendente".
Cuando América anota en marco rival saca de su bolsillo una imagen de un cuñado fallecido de nombre Carlos y al respaldo tiene la imagen de San Carlos Borromeo llamado 'el padre de los pobres' que siempre carga en su billetera.
Nació hace 42 años en Bucaramanga, un 20 de julio, fue criado en San Gil y prometió que perdería su acento español con un tiempo más de vivir en Cali. No le gusta recibir el crédito de su gestión por ello siempre indica: "la medalla hay que ponérsela a los futbolistas que demuestran entrega y compromiso todos los días".
Se considera además un obsesivo de su carrera y en éste semestre piensa relajarse
"A finales de diciembre allí iré a mi pueblo con mis amigos, pero ahora vivo cada momento con intensidad pensando en sacar a América de donde está".
Su periplo por el viejo continente "España"
Viajó porque quería estudiar en Europa ó Argentina y tuvo la ayuda de alguien que le dio una carta de invitación, lamentablemente se quedó en el aeropuerto de Barajas y "éste hombre nunca apareció y con 60mil pesetas en el bolsillo pensé que 'daría una vuelta por Madrid, me tomaba una foto en el Bernabeu y el Vicente Calderón y regresaba a casa diciendo que había conocido España'".
Vivió en la pensión de doña Paquita y su esposo, un hombre en silla de ruedas, le comenzó a ayudar lavando las escaleras para que ella le diera algún dinero de lo que le pagaba la Comunidad y terminó administrando el lugar cuando la pareja viajó a La Coruña.
Luego, debió vivir en un coche en pleno invierno y allí pasó el año nuevo, hasta que decidió dedicarse a las ventas ambulantes: Calculadoras, paraguas, calcetines, "productos de China pero muy buena calidad", afirmó el ahora DT 'escarlata'.
Wilson Piedrahita que es un hombre convencido de sus facultades le tomó la mano al negocio montó su empresa,
compró una furgoneta y contrató once vendedores con los que visitaba los pueblos para 'barrerlos' puerta a puerta, hasta que lo denunciaron porque no pagaba seguridad social, "era trato de blancos", dijo con una sonrisa.
Mientras organizaba su grupo de vendedores pensaba en fútbol, su grupo de empleados tocaba puerta a puerta y Piedrahita veía a través de una reja los entrenamientos del Real Madrid de Vicente del Bosque "sí no eras socio del Madrid no podías entrar", entonces tomaba nota de todos los detalles.
Sólo pudo comenzar a estudiar hasta que obtuvo los papeles de residente para poder recibir un título como entrenador. Su primer paso fue en la provincia de Guadalajara que hace parte de la Comunidad Castilla-La Mancha, un año de estudio más 250 horas de práctica en una escuela, llega al club Torrejón de Ardoz del cual termina siendo vicepresidente.
Conoció a Rafa Benítez vendiendo una aspiradora americana
"que hacía de todo menos aspirar", apuntó, se le acercó a la salida del entrenamiento para contarle su sueño y el Míster español le atendió y luego de darle su número de hotel le dejó una grata impresión que lo motivó Piedrahita a estudiar su método de trabajo y disposición táctica.
Llegó al América a mediados del 2010 cuando le hicieron la propuesta para sumarse al trabajo de las divisiones menores y después de estar unos meses con los juveniles y tras la salida de Álvaro Aponte recibió la confianza de los directivos para ser la cabeza del grupo profesional.
Recibió una amenaza antes a asumir el primer equipo, todavía está en proceso de investigación pero "ya ha sido algo superado, porque nunca le debí nada a nadie", puntualizó.
Por el fútbol presentado en las últimas jornadas el hincha ya está ilusionado con el equipo y pide la estrella 14, pero la prudencia del timonel hace que se bajen los decibeles: "Prometemos que el trabajo seguirá siendo igual, con humildad y compromiso, llegarán cosas buenas sí somos capaces de mantener el nivel de los últimos partidos".
Para el técnico americano la tabla de posiciones "es mentirosa" y la idea no es llegar, la idea es mantenerse porque América tiene equipo para pelear y "con los jugadores vamos a dar de qué hablar", cerró.
Steven López Niño
Corresponsal Futbolred.com
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