Tras la salida de José Luis Real del banquillo de las Chivas, se ha generado una polémica en el futbol mexicano sobre la inagotable necesidad que parecen tener los equipos de cambiar de entrenador a medio camino. ¿Vale la pena? ¿Aumenta el rendimiento de un equipo con un nuevo estratega? Los números son fríos y otorgan respuestas, aunque a veces la realidad decide ignorarlos.
En este análisis numérico encontramos algunas respuestas. El valor principal sobre el que se evaluó a los técnicos fue su porcentaje de efectividad en puntos. A partir de ahí se analizó la efectividad del técnico saliente en todo su proceso con el equipo así como en la Temporada en la que fue cesado. Los mismos valores se utilizaron para los técnicos entrantes, pero también se añadió su efectividad en los primeros 5 partidos de su gestión. Por último, se contabilizaron los meses que duraron los relevos en su nuevo cargo.
¿Vale la pena cambiar de técnico a medio Torneo? La respuesta es sí, por lo menos a corto plazo. Los técnicos cesados suman 27,98 por ciento de efectividad en la Temporada que son despedidos, mientras que sus relevos aumentan dicha cifra hasta 40,08 por ciento, lo que equivale a 6,1 puntos por Torneo. Más importante aún es ver la efectividad a lo largo de sus gestiones, que también aumenta, aunque mucho menos. A largo plazo, los entrenadores despedidos tienen un 35,43 por ciento mientras que los contratados un 38,72 por ciento. Esto equivale a 1,68 puntos por Temporada.
Ahora, la pregunta más importante ¿Cuándo conviene a un equipo cambiar de técnico? En principio tiene que ver con sus objetivos. En los últimos Torneos, para asegurar un pase a la Liguilla hay que tener 26 puntos. Es decir, con un 51 por ciento de efectividad. Si calculamos que la diferencia entre echar a un técnico y contratar a uno nuevo es de 12 por ciento, entonces el momento de hacerlo es si el técnico tiene 39 por ciento o menos entre las Jornadas 9 y 12 del Torneo. Es decir, 10 puntos en la Fecha nueve, 11 en la 10, 13 en la 11 y 14 en la 12. Antes que eso es muy precipitado, y después sería demasiado tarde. Para no ir más lejos, la salida de Reinoso en América está justificada, la de Real de Chivas, no.
Para un equipo que busca evitar el descenso, los parámetros son menos estrictos. Para salvarse, el número mágico es 28 por ciento. Tomando en cuenta el 12 por ciento de aumento, si un equipo quiere evitar el descenso, debe cambiar de técnico si tiene 7 puntos en la Fecha nueve, 8 puntos en la 10, 9 puntos en la 11, ó 10 en la 12.
Obviamente, un cambio de técnico no siempre funciona. El promedio general de un técnico sustituto es de 40,08 por ciento en la Temporada (aunque aumenta en el caso de los equipos aspirantes a 43,5 por ciento y disminuye en los pequeños a 37,5 por ciento). Si el entrenador está rindiendo por encima de esa cifra, no es recomendable sustituirlo.
En México, sin embargo, no se toma mucho en cuenta la situación del equipo, pues el promedio de estancia de un entrenador es apenas de 6,43 meses por plantel.
REALIDADES PARALELAS EN LOS CUATRO GRANDES
El América es el equipo que más ha cambiado de técnico a media Temporada en Torneos cortos con 14. Además, tiene el dudoso honor de haber despedido a los dos técnicos con mejor porcentaje de efectividad de todos los que perdieron su trabajo en Torneos cortos: Carlos Kiese, que había tenido 60 por ciento de efectividad en su gestión (61 por ciento en el Invierno 1999, cuando fue cesado) y Jorge Solari con el mismo porcentaje, aunque 54 por ciento en la Temporada que se fue.
En ambos casos, hubo una enorme presión mediática para que se fueran, y la Directiva terminó por finiquitar la relación. En realidad, en general, las Águilas viven al borde de la histeria, lo que impide cualquier clase de continuidad, lo que ha influido en sus resultados. El porcentaje de efectividad de sus técnicos salientes es de 47,73 por ciento, el más alto en el futbol mexicano. El porcentaje de efectividad de sus técnicos entrantes es de 43,39 por ciento. No sorprende entonces que el equipo viva eternamente en crisis.
Pese a los constantes cambios de humor de Jorge Vergara, las Chivas han despedido a menos técnicos a media Temporada: 10. Y, salvo en casos muy concretos, lo hacen con mayor criterio que su archirrival. El porcentaje de efectividad de sus técnicos salientes es de 39,47 por ciento, mientras que sus técnicos entrantes suman 44,61 por ciento.
Por eso el despido de José Luis Real no obedece a ninguna lógica. Si bien es cierto que la efectividad en su gestión al mando de las Chivas no ha sido tan alta, 48,84 por ciento, en esta Temporada registraba un excelente 54,55 por ciento. Y si tomamos en cuenta que el promedio de los técnicos entrantes del Guadalajara en la Temporada en que son contratados es de 49,5 por ciento, todo parece indicar que Fernando Quirarte no podrá rebasar los números de su antecesor.
En cuanto a Cruz Azul, los cementeros suelen cambiar poco a medio camino, apenas seis veces en Torneos cortos, y una de ellas fue por principios, cuando le regresaron el puesto a Rubén Omar Romano, tras su secuestro. Eso sí, en esa ocasión, Isaac Mizrahi registró el promedio de efectividad más alto de cualquier técnico que dejó su cargo: un impresionante 81 por ciento. Romano apenas pudo tener 40 por ciento en su regreso y fue rápidamente cesado.
Tras una etapa de inestabilidad en los primeros Torneos cortos, Pumas ha sido un ejemplo de regularidad. Tras la llegada de Hugo Sánchez, que registró excelentes números de 57 por ciento y 53 por ciento en sus dos etapas, los universitarios tan sólo han hecho un cambio a medio Torneo en 10 años. La salida del propio Hugo, que había registrado un muy pobre 31 por ciento en su último Torneo, y la llegada de Miguel España, que no mejoró mucho, con 33 por ciento en el Apertura 2005. Desde entonces la planeación ha sido un aliado.
De los equipos que han disputado todos los Torneos cortos, los que menos han cambiado de entrenador a media Temporada son Atlante y Monterrey, con cuatro. Los Potros lo hacen cuando la cosa está realmente mal: el promedio de efectividad de sus técnicos cesados es de ¡12,39 por ciento! Mientras que sus reemplazos han registrado un tampoco muy honroso 37,5 por ciento. De cualquier modo, la paciencia atlantista suele rendir frutos. Otros equipos hubieran cesado a Miguel Herrera, tras un arranque con 16,66 por ciento, los Potros no lo hicieron, y en sus últimos cinco partidos, el “Piojo” dio un excelente rendimiento de 80 por ciento.
En cuanto a los Rayados, tras la llegada de FEMSA han sido ejemplo de paciencia. Sólo dos técnicos se han ido a medio Torneo con la presente administración. En el primer caso, Hugo de León fue reemplazado por Sergio Orduña. El segundo fue Miguel Herrera, que pese a tener un razonable porcentaje de 48,55 por ciento en su tiempo en la ciudad, había registrado apenas 33 por ciento en el Apertura 2007. Eso sí, a su relevo Isaac Mizrahi le fue aún peor, con 24 por ciento en ese Torneo.
Vale la pena destacar la enorme diferencia de concepto entre los dos principales candidatos al descenso. Atlas ha cambiado 11 técnicos a medio camino en Torneos cortos, sin éxito alguno, pues los estrategas elegidos sólo han cumplido con 20,27 por ciento de efectividad al empezar la Temporada.
En cambio, en su etapa en Primera División, Querétaro sólo ha hecho dos cambios a medio camino. El primero, la salida de Héctor Medrano por Carlos Reinoso. Y el segundo, la llegada de José Cardozo por Gustavo Matosas. Que, sorprendentemente, ha dado excelentes resultados. La prueba de que las estadísticas son una muy buena guía, pero están lejos de ser infalibles.
MEDIOTIEMPO
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