B. Ogielve y T. Tutko, estudiaron la personalidad de numerosos entrenadores. Ellos compararon el perfil de personalidad medio de estos entrenadores con las normas psicológicas de estudiantes para ver si se distinguían del hombre común. Comprobaron que los entrenadores se distinguían claramente del hombre medio por un gran número de características personológicas. Además sus perfiles de personalidad eran casi idénticos a los de deportistas seleccionados en diferentes deportes de elevado rendimiento. Estos entrenadores, como grupo, eran semejantes a los campeones olímpicos de natación, fútbol, béisbol y a los jugadores de baloncesto profesional y a las figuras destacadas en el atletismo.
A continuación se resumen algunos de los rasgos más destacados a fin de que puedan compararlos con la autovaloración de sus características de su personalidad. También se señalan dos características menos favorables con vista a su regulación o minimización para mejorar la eficacia de la labor.
Por tanto podemos decir que los entrenadores como grupo se caracterizan por:
Aspiran intensamente al éxito; una necesidad evidente de estar en la "cima".
Son muy ordenados y organizados; prefieren prever e interesarse en lo que podría suceder.
Son entusiastas, simpáticos y aman el contacto humano.
Tienen un nivel de conciencia bien desarrollado y están muy identificados con los valores reconocidos por la sociedad.
Poseen una personalidad y temperamento especialmente fuerte para contener sus emociones incluso cuando son sometidos a un estrés considerable.
Como grupo, son personas "abiertas" y confiables, que no están excesivamente a la defensiva en sus relaciones con los demás.
Tienen resultados muy altos en lo que concierne a las cualidades de jefe si se compara al obtenido por jefes elegidos o nombrados en otras actividades.
Es una muestra de personas dominantes, activas y que buscan las responsabilidades del jefe.
Tienen tendencia a cuestionarse y a aceptar las críticas cuando algo no va bien y no hacer que caiga la responsabilidad sobre otra persona.
Han obtenido el más alto promedio de resistencia psicológica de todas las muestras estudiadas. Se observa que la perseverancia es el rasgo de personalidad más prominente de un entrenador que tiene éxito.
Demuestran una madurez emocional inusitada, y, sobre la base de las evaluaciones psicológicas se describen como personas que afrontan la realidad y los conflictos con mecanismos adaptativos normales.
Tienen la posibilidad de expresar sus tendencias agresivas naturales de una forma apropiada a su función de entrenador.
Parejamente B. Ogielve y T. Tutko, encontraron dos rasgos que piensan pueden ser desfavorables cuando se trata de ocuparse de deportistas jóvenes. Primero el muy débil que se inclina a interesarse en la necesidad de dependencia de los demás. Esta necesidad se expresa en los atletas cuando quisieran que alguien se ocupe de ellos, escuche sus problemas personales, los proteja cuando están en dificultades, se sienta concernido- en otros términos les dé un gran apoyo emocional. Los entrenadores del estudio eran, como grupo, muy poco dados y dispuestos a jugar este papel. No admitían esta necesidad en los demás ni sentían un gran deseo de ocuparse si era sentido por uno de sus atletas. Como grupo, no se mostraban solícitos cuando se trataba de dispensar apoyo emocional, hasta un poco de comprensión, a deportistas que les solicitaban consejo o necesitaran comprensión. Con frecuencia hacían el señalamiento de que no eran asistentes sociales y que su trabajo era enseñarlos a vencer. Según los datos recogidos, parece que el hecho de que ellos llegaran a asumirse completamente les impide reconocer lo que para los demás puede constituir una forma de satisfacción absolutamente necesaria.
La segunda cualidad que les falta es la flexibilidad, según T. Tutko y B. Ogielve: son inflexibles o rígidos cuando se trata de recurrir a nuevas adquisiciones. Aunque se trata de una muestra de personas razonables, éstas parecen caracterizadas por un "conservadurismo" extremo que se inclinaría a limitar el uso de nuevos datos o a impedirles abordar los nuevos problemas con métodos diferentes. En opinión de estos autores los entrenadores se aferran a los viejos métodos y técnicas aunque por evidencia sean superados.
Publicado por Fernando DT
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