--¿De dónde sale Juan Luis?
--Nací en Madrid en el barrio de Chamberí. Mi madre se llama María del Pilar Fuertes Gómez Ella escribía con 20 años en un periódico que se llamaba Pedal, lo hacía de ciclismo y yo lo mamé desde pequeño; me gusta más que el futbol y creo saber más de eso. Hay muchos que escriben y hablan de ciclismo y nunca se han subido a una bici; yo sé lo que es correr y participar en torneos.
--¿Tiene familia?
--Fui padre a los 20 años y madre a los 30. Desde hace 21 años estoy separado de mi mujer; ella se quedó en España y mis hijos se vinieron conmigo porque su madre les dijo que así tendrían mejor porvenir y se lo agradezco. Dos varones son ingenieros en sistemas, uno administrador de empresas y otra abogada y criminóloga graduada aquí. Los hombres viven en España y la mujer aquí. Todos están casados y tengo nietos.
--¿Hizo plata?
--Se puede hacer dinero en el futbol pero lo que se gana hay que disfrutarlo. Mi fortuna son la carreras profesionales de mis cuatro hijos, casa propia, carro, pagar la tarjeta de crédito y ver a mi madre cuando hace falta. El sobrante lo usé en viajar a los Mundiales, a las Eurocopas y en conocer el mundo.
--¿Es un incómodo?
--Soy vehemente, frontal, nunca he claudicado, soy polémico. Creo en los grupos de trabajo, en la gente, en las organizaciones, en la disciplina, y si ser incómodo es todo eso pues entonces lo soy. Los fuertes mueren de pie, como los árboles. Intento ser lo más sociable posible.
--¿Disciplina o broncas?
--El futbol es un deporte colectivo y todos deben remar en la misma dirección y el que no lo hace lo bajamos. Mucha gente vive en el desorden; no soy un apóstol pero no tolero que nadie robe. Mis broncas son futbolísticas; en el vestuario de un equipo hay unos códigos de conducta que tienen que uniformar a todos y siempre hay gente que no encaja y el que quiere ser individualista que se dedique al ajedrez, tenis o natación.
--¿Es un figurón?
--Para nada, no ando en busca de las cámaras, hay entrenadores que se quedan en el campo para salir en televisión.
--¿Reconoce errores?
--No me duelen prendas y no me cuesta ningún trabajo reconocer que estoy equivocado; aquí se dice pedir disculpas y en España pedir perdón. Si hay que hacerlo ni modo y afrontar las consecuencias.
--¿Genera envidias?
--Cuando era director de Deportes en Radio Sonora un colega que tenía un programita que nadie escuchaba, me denunció a Migración por no cumplir los requisitos de residencia. Me iban a deportar; tenían listo el tiquete en Iberia y un amigo era el encargado de buscarme y meterme a la perrera. Gracias a las gestiones de Luis Fishman, ministro de Seguridad, salí bien librado; seguro había liguistas y saprissistas a los que le caí mal.
--¿Es un apagafuegos?
--Evitar un descenso se disfruta más que un campeonato porque se sufre mucho. Para mí es una situación familiar, reconozco enseguida el problema y la experiencia me permite dar en el clavo y resolver la situación.
--¿Se ha metido en líos?
--Tuve nueve juicios penales con Parmenio Medina y nunca nadie me llamó a declarar. Cuando era entrenador de la selección en 1997 un dirigente me demandó; ahora está en la cárcel por homicida. Otro me montó pleito cuando fuimos a Estados Unidos y le dije que devolviera el muerto con los tacos que se había robado. En 1988 un aficionado en Cartago me insultó todo el partido, al final me esperó y me molestó mucho que me dijera “gallego”, me quiso pegar y me defendí, fuimos a juicio y perdió.
--¿Quién lo calló?
--Una profesora de sociología en la Universidad Latina que me tuvo tres meses sin abrir la boca; repetía el curso porque con ella porque ya me había aplazado una vez y lo necesitaba para aprobar el bachillerato en periodismo. Estaba quedito en la clase, si pestañeaba me dejaba tuerto. Fueron tres meses, todos los miércoles durante dos horas.
--¿Cómo lidia con los ticos?
--Aquí la filosofía es yo no vi nada, me quito, veo para otra parte y en mi caso no hago nada de eso. Llegamos al acuerdo de que cada uno debe tener su propia personalidad y ni yo los cambio ni ustedes me cambian; tanto que todavía mantengo la “zeta” en mi acento y no arrastro la “erre”. Soy más tico que tú porque yo elegí este país para vivir. Mi patria es España pero mi país es Costa Rica.
--¿Tiene amigos?
--En Facebook 1.900 y un millón de enemigos; algunos son gratuitos. Los enemigos son destructivos y los obvio, los ironizo y los minimizo. Soy amigo de mis amigos a muerte, en las buenas y todavía más en las malas.
--¿Es egoísta?
--Hago lo imposible por ayudar a la gente aunque yo esté jodido. Siempre estoy jodido. Lucho a muerte por los jugadores y las instituciones y estoy a favor de las juntas directivas y que los futbolistas trabajen y no se roben el salario y en eso soy su enemigo.
--¿Tiene todas las soluciones?
--Ojalá. No tengo tiempo para solucionarlo todo y hay cosas que no están a mi alcance. Me critican porque ando arreglando los problemas de los demás y los míos siempre están pendientes.
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