--¿Donde nacio Juan Luis Hernandez?
--Nací en Madrid en el barrio de Chamberí. Hace ya algunos años.
--¿Dónde estudió?
--En la Escuela Madrileña de Entrenadores de Futbol y en la Escuela Nacional de Entrenadores de Futbol. Fui el número nueve en la promoción de 1975. El director fue Eduardo Toba Muiño y asistió de oyente Alvaro Grant McDonald. Tengo tres títulos de entrenador: basquetbol, futbol sala y futbol.
--¿Pateó una bola?
--El futbol era un pasatiempo. Jugué de lateral derecho e izquierdo y volaba tiza; no se había inventado la tarjeta roja pero casi nunca terminaba el partido, siempre me expulsaban por brusco o violento. En la liga profesional jugué con un equipo que se llamaba Boetticher, era de la tercera división de Madrid; fuimos campeones de España con el A.D. Uralita para menores de 23 años, eso fue en 1969 en Tarragona. Tenía un puestazo y ganaba 30 mil pesetas mensuales; lo dejé para irme al Real Madrid donde me pagaban tres mil pesetas y ya tenía cuatro hijos. Mis padres casi me matan y no sé si mis hijos me lo perdonaron. Estuve en el Real Madrid del 75 al 78. De ahí salí a dirigir otros equipos profesionales. Ingresé a laborar a una institución que era como el ICODER de aquí.
--¿Cuántos equipos dirigió?
--Nueve . El que he dirigido con mayor carisma es Orión, que es como un hijo del que me hice cargo y que tiene 85 años, es el papá del Saprissa. Lo rescaté en el 2003. Entrené tres selecciones nacionales: sub-17, sub-20 y la mayor en 1997. Tuve a mi cargo la selección de los llamados “carasucias”, de Arabia Saudita. Con la sub- 20 fuimos a Canadá en 1990. Trabajé en Honduras , El Salvador, en Guatemala y en España, con el Ourense de la Segunda División.
--¿Vive usted apurado con tantos trabajos?
--Arranco a las 6 a.m. y lamento que el día solo tenga 24 horas. Me falta vida, llevo prisa, necesitaré cien años para todo lo que debo hacer. En la computadora tengo seis libros listos y cuatro en proceso; de esos debo terminar dos este año. Uno es Mateo Hernández Barroso, republicano y masón; el otro A golpe de pedal, un libro de ciclismo. Me queda El oso sin madroño, sobre un madrileño lejos de Madrid, y Huella, una recopilación de versos, historias y narraciones donde incluyo un texto de mi madre.
--¿Odia a los árbitros?
--Ellos dicen que soy un problema. En cuanto al reglamento pueden esperar de mí cualquier cosa; pero no por mala educación, malacrianza o falta de respeto, el futbol tiene muchos subterfugios y yo en eso he intentado sacar siempre ventaja del reglamento y este, como todas las leyes, está escrito para ser violado.
--¿Qué le ha dejado el futbol tico?
--Ser el entrenador con más partidos oficiales en toda su historia: más de 700. Sume a eso 70 partidos internacionales; viajar a cuatro continentes; asistir a seis copas del mundo, tres en Europa y una en África. Es un enorme premio a lo poco que le he podido dar.
--¿Y qué aportó?
--Coloqué chalecos a los jugadores y dijeron que les ponía baberos; jugaba con tacos de aluminio y aquí usaban de hule; utilizaba bola de cuero y no sintética; mandaba a calentar a toda la banca; el portero jugaba de pie y los otros eran atajadores; puse música en el vestuario; formé peñas de apoyo; organicé el ala femenina; hice excursiones, rifas, lo que fuera para que los jugadores tuvieran implementos deportivos.
--¿Cómo es nuestro futbol?
--Profesional. Hemos ido a más mundiales de liga menor que México. La calidad del tico es notable; se ha mejorado la infraestructura pero hemos retrocedido cien años con la dirigencia. Algunos tienen criterios muy groseros para un país que les ha dado mucho; respeto a Iván Mraz pero no creo que este sea un futbol amateur; eso sí, hay mucho empírico dirigiendo.
--¿Hace otra cosa?
--Escribo a diario una columna periodística y produzco un programa de televisión desde hace 13 años que se llaman Mano a mano. Escribo libros, voy al cine, al teatro, al concierto y a donde haga falta. Con mi hijo tengo una empresa desarrolladora de planes habitacionales.
--¿Es un gitano del futbol?
--No. Porque los gitanos como Bora Milutinovic no tienen arraigo ni patria y siempre andan buscando las maduras; el gitano que conocemos en Europa es integrante de una familia que no tiene rumbo ni destino conocido; vive de lo ajeno; nunca seré un gitano porque tengo claro mi rumbo, mi destino, adonde voy, no me gusta para nada lo ajeno.
----¿Teme a la muerte?
--En el Cartaginés perdí diez kilos a puro berrinche y puñaladas. Creo que voy a vivir eternamente porque quiero ver a Heredia y a Cartago campeón, así como publicar mis libros. Tengo buena salud y estoy en tratamiento para adelgazar.
--¿ La edad ideal?
--La de la mujer que amo.
--¿ Se dedicaría a la política?
--Sí, cometí una barbaridad y es estar 25 años sin nacionalizarme. Ya sería diputado por Cartago. No me creo popular pero me llevo bien con la gente de arriba y de abajo. Con los que toman decisiones y con los que esperan beneficios. Voy a ser presidente del Cartaginés; estoy seguro que se dará en su momento. Como presidente haría campeón al equipo, tengo experiencia, conocimiento, amor al futbol y no busco el escenario.
--¿Que haría si fuera Ministro de Seguridad?
--Rodearme de gente que sepa del asunto y hacer un esfuerzo enorme para darle de nuevo valor a la vida. A mí me asaltaron, me rompieron el dedo y me golpearon. La gente tiene derecho a vivir y estar tranquila y feliz.
--Ya que sabe tanto: ¿cuál es el mejor equipo del mundo?
--Orion C.F., porque es mío; nos da de comer, de estudiar, el que lleva tranquilidad a la casa y por eso es el mejor; el jugador que no comulgue con esas ideas es un ingrato y sobra.
GRACIAS ,JUAN LUIS HERNANDEZ FUERTES,UN ESPAÑOL QUE DEMUESTRA DIA HA DIA SU TALENTO DONDE ESTA PRESENTE.
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