El seleccionador de Nicaragua, aragonés, ex entrenador del Binéfar, Monzón y SD Huesca, habla en exclusiva para ARAGÓN SPORT sobre su primer año de experiencia al frente del combinado del país centroamericano.
¿Qué balance hace de este año y medio que lleva en el cargo y con qué sensaciones se queda?
A nivel particular, como profesional, muy positivo ya que me ha permitido conocer otras culturas futbolísticas y adquirir una gran experiencia, pues aquí las cosas no son fáciles por los recursos de que se disponen. En cuanto al balance general de la selección, también positivo ya que se intenta que los jugadores nicas conozcan la profesionalidad en el más amplio sentido de la palabra.
¿Cómo fue su adaptación a la vida nicaragüense? ¿En qué ciudad vive? ¿Tiene un piso propio?
La adaptación fue buena y rápida, pues ya sabía al lugar al que iba. Resido en la ciudad de Diriamba, del departamento de Carazo, en una casa de alquiler. Vivo aquí porque es el lugar en el que se encuentra el complejo o la Escuela de Talentos “Negro Julio” que es el sitio en el que se concentra a las distintas selecciones: sub 17, ahora sub 23 y selección absoluta. En este complejo, de forma humilde, se dispone de cuatro campos de fútbol, comedor, alojamiento para unas 100 personas y lo necesario para los entrenamientos diarios.
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