MARCOS FERRUFINO D.T. REAL POTOSI (BOLIVIA)


Desde abril de 2008 no se sabía nada de él en el ámbito futbolero, hasta que Real Mamoré lo contactó y fue su técnico en los últimos seis partidos del torneo Clausura. Con una gran campaña, logró que el beniano eludiera la zona de descenso y estuvo a punto de clasificarlo a la segunda fase.
El 2010 volvió a San José y obtuvo un pase a la Copa Sudamericana, y este año reemplazó a Manuel Núñez en el banco de Real Potosí. Desde la séptima fecha, Ferrufino logró una sorprendente cantidad de puntos con el plantel que este domingo visitará a La Paz Fútbol Club: y en ese lapso —últimas ocho jornadas— obtuvo más puntos que cualquier otro entrenador.

¿Cómo fue esta “aventura” de agarrar, a Real Potosi?
Decidimos arriesgar porque a nosotros nos gustan los retos. Estábamos sin trabajar y nos animamos junto con el profesor Teodoro Cárdenas .  Analizamos la situación en la que estaba y, aunque era difícil, no era imposible. No nos fijamos mucho en la parte salarial, ésta tampoco era buena, pero queríamos trabajar y demostrar que los profesionales nacionales somos capaces. Felizmente con trabajo las cosas salieron.

¿Cómo fue para usted adaptarse rápido a un equipo desconocido y con problemas, y trabajar en pocos días preparando su debut con la obligación de sumar?
El corto tiempo lo aprovechamos bien, el profesor Cárdenas programó labor en doble turno para recuperar a los jugadores en la parte física y corregir en la táctica las deficiencias en defensa y ataque. El cuerpo técnico trabajó al máximo y la respuesta del grupo de jugadores fue generosa.

¿Cuál es el mensaje que se puede rescatar de lo que sucedió, con varios técnicos que pasaron antes y no pudieron hacer nada, y uno que llegó en el final y logró lo que ningún otro?
A mí no me gusta hablar de la gente que trabaja en mi rubro y menos de la que estuvo antes que mí, pero hay cosas que molestan bastante, pasaron cosas de las que me enteré y ojalá este tema podamos analizarlo en algún otro momento. Simplemente esto nos deja como enseñanza, y ojalá que a los dirigentes también, que en el país hay material humano con capacidad y profesionalismo.

¿Considera que los resultados como los que se dieron  son los que abren las posibilidades para que los entrenadores nacionales gocen de más oportunidades?
Primero, uno no debe creer que por lo que es un buen jugador puede ser buen técnico, uno debe estudiar, prepararse y en mi caso, aparte de ello, tengo las enseñanzas del profesor Teodoro Cárdenas, que son de mucho valor, pues es un profesional de gran capacidad y cualidades; además, a él le gusta compartir lo que sabe, le encanta estar actualizado, lo que dice mucho de él, y, sobre todo, te impulsa a seguir cultivándote. El fútbol es muy cambiante y para ello hay leer bastante y observar bastante.

Entonces considero que en el país existe potencial en los entrenadores nacionales, simplemente que los dirigentes deben confiar y arriesgar junto con ellos para sacar adelante al fútbol boliviano. Lamentablemente a los directivos les gusta la gente extranjera y muchas veces ni siquiera saben lo que contratan. Ojo, no estoy en contra de los entrenadores de afuera, porque en algunos casos dejan enseñanza.

¿Resultó diferente dirigir a un equipo de Trinidad con respecto a hacerlo en Oruro al mando de San José?
Nosotros, siendo orureños, recibimos más cariño en Trinidad que en Oruro. El recibimiento y el apoyo de la gente beniana fueron desde el primer momento. Uno a veces piensa que porque es de occidente las cosas serán diferentes, pero esa afición nos hizo sentir como en casa, por ello le agradecemos su calidez, respeto y amabilidad.

Ferrufino ha dirigido poco, apenas ha estado en dos clubes ligueros, ¿está consolidado como DT?
No, uno nunca deja de aprender, todavía me falta mucho, sufrí mucho para llegar a este lugar, para dirigir equipos profesionales, me costó porque primero dirigí divisiones menores, creando mi escuela; luego fui técnico de equipos de la asociación como Don Bosco y quiero agradecer a sus dirigentes; luego Zuraca, equipo con el que estuvimos a punto de salir campeones, pero los dirigentes decidieron sacarlo del torneo. En San José primero fui asistente técnico de Vladimir Soria y, finalmente, pude dirigir en la Liga. Creo que hice un buen proceso.

A propósito, ¿qué recuerdos tiene Marcos Ferrufino de su época de jugador?
Tuve vivencias importantes en los diez años que jugué en Bolívar, creo que fueron ocho títulos ganados. Participé en varias Copa Libertadores de América. Tuve que dejar el club por los problemas con Antonio López. Luego fui a The Strongest, otra gran institución; después recalé en mi tierra, Oruro; finalmente, a pedido de mi amigo y técnico Fernando Salinas, a quien le envío saludos, fui a Unión Central de Tarija, donde concluí mi época de jugador. Siempre me consideré un futbolista con mucha regularidad.

Después de retirarse, ¿cómo nació la idea de seguir la carrera de director técnico?
Bueno, creo que nací con una estrella porque el primer año que fui jugador profesional logré el título con Bolívar. Ingresé como asistente técnico de Vladimir Soria, quien me invitó a acompañarlo cuando hice el curso de entrenador en la Escuela de Técnicos de La Paz, y fuimos campeones; posteriormente dirigí a nivel profesional a San José y en mi debut en el banco fui campeón.

¿Fue sobre la base de su experiencia como futbolista que empezó a dirigir?
Me puse como objetivo el de estudiar y lo hice en la Escuela de Técnicos de La Paz, lo que me dio mayores luces para continuar en lo que más me gusta, que es el fútbol; posteriormente asistí al primer congreso de entrenadores que se realizó en la Argentina y creo que la decisión que tomé fue la ideal. Si bien la experiencia te ayuda, a ésta hay que acompañarla con conocimientos, con estudios.

¿Dirigir a San José fue por una casualidad?
Bueno, por esas cosas que tiene el fútbol, Vladimir Soria dejó San José, entonces me pidieron que me hiciera cargo y decidí aceptar con una grata experiencia, porque con el trabajo del profesor Teodoro Cárdenas y el buen comportamiento y entrega en el trabajo de los jugadores pudimos salir campeones

¿Su futuro está asegurado o mirará para la próxima temporada otras opciones?
Bueno, con Real Mamoré terminamos el contrato en el último partido. Ellos tienen la prioridad para que pueda continuar el proyecto y si las condiciones no se dan, seguramente aparecerá un nuevo desafío con el profesor Teodoro Cárdenas, con quien hicimos un convenio de trabajar juntos como orureños que somos y aportar para que nuestro fútbol mejore.

¿Cómo se define como técnico?
Soy un entrenador que se dio cuenta de que en el fútbol uno debe ser un padre y amigo para los jugadores, porque si les das ventajas a los futbolistas abusan, por ello uno debe poner las reglas claras, mimar a sus futbolistas cuando corresponde, ser duro otras veces; por ello hay que tratar de ser equilibrado. A mí me gusta dialogar, pero cuando hay que corregir con un carajazo, hay que hacerlo, porque sirve de mucho para que reaccionen los jugadores.

¿Qué director técnico le dejó más enseñanzas?
Llevo siempre en mi mente a Moisés Barack, que me hizo debutar en el profesionalismo, inculcándome disciplina y puntualidad; y a Jorge Carlos Habbeger, un estudioso del fútbol que en su primer paso por Bolívar dejó muchas cosas positivas.

Cuando fue técnico de San José lo dirigió en 48 cotejos ligueros, entre abril de 2007 y abril de 2008, y en seis de la Copa Libertadores .
Nosotros, desde el primer día fuimos claros con los jugadores, les dijimos que la disciplina era la base del trabajo, unimos al grupo, hicimos que el día a día fuera ameno y sobre todo pusimos normas de entrada”

Uno no debe creer que por lo que es un buen jugador puede ser buen técnico, uno debe estudiar, prepararse y en mi caso, aparte de ello, tengo las enseñanzas del profesor Teodoro Cárdenas, que son de mucho valor”

A veces los dirigentes no toman en serio las cosas, y como está el fútbol sabemos que debemos mejorar. Necesitamos por lo menos entre ocho y diez años para hacer un proceso y en ese tiempo cambiar todo esto”

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