Rubén Darío Insúa a la charla, misma que acabó con varios mitos que nacieron a partir de la charla de inicios de semana con el presidente del Barcelona de Guayaquil.
“Yo conversé con el señor Harb el día lunes. Él me llamó y me pidió hablar conmigo como en otras oportunidades. Hablé un tiempo bastante prolongado, sobre todo respecto a las necesidades básicas del equipo de fútbol”.
“Para mí como entrenador, fue una charla habitual. Mucho de lo que he escuchado y leído me ha llamado la atención, pero no más de lo normal por la situación que vive el club hace años. Después yo soy un profesional, ocupo el lugar que me corresponde y trabajo”.
“Cuando a mí me ofrecieron Barcelona el año pasada, lo hice por quince meses, y eso estoy dispuesto a cumplir. Presumo que debieron saber mi forma de trabajar y mis cualidades como profesional desde un principio. El equipo necesita respetar los proyectos deportivos y futbolísticos, para en algún momento tener alguna aspiración de pelear nuevamente arriba”.
“A mí nadie me llama la atención, salvo mi mamá, y mi padre que está en Buenos Aires, primero. Segundo, leí y escuché muchas cosas referentes al equipo, unas reales y otras no. Yo nunca opino sobre lo que diga otra persona. El 17 de abril cumplo cincuenta años y tengo mi criterio bien formado”.
“Hay cosas que me apenan, sobre todo porque un club del prestigio de Barcelona sea víctima, y no trascienda, por cosas buenas dentro de la cancha; que es a lo que se debe apuntar”. Destacó.
“Los clubes que tienen éxito acá en el país, son esos que respetan a las personas, que respetan los compromisos contraídos y los proyectos planteados. Eso hay que ver, empezando por la Selección Ecuatoriana de Fútbol con la línea colombiana y el estilo del profesor Vizuete. Esos son los ejemplos a seguir”.
“Necesitamos aprender a convivir de forma normal. Son factores que llevan al éxito de un club. Barcelona, por ejemplo, nunca tuvo un cuerpo técnico desde enero hasta diciembre; y quienes sí lo han hecho, son quienes se han dado vueltas olímpicas dentro y fuera del país”.
“Por una cuestión de respeto y de lógica, no hago públicas las charlas con los dirigentes y personas de los clubes que me contratan. Si Barcelona me contrató, desde un inicio sabía el estilo de fútbol y el sistema que me gusta usar; y que se mantendrá mientras yo esté en el equipo”.
“El tema de los horarios de trabajo, corresponde al cuerpo técnico elegir la forma y las exigencias que se le implanta a un grupo, en pos de que el desarrollo de los profesionales sea el más adecuado. Cuando tenemos semanas largas, nosotros hacemos uno o dos días de doble turno; como ocurrió ayer”.
“A parte, es una anécdota muy simpática. Yo me levanto a eso de las siete o siete y cuarto de la mañana: trabajo en temas de táctica, charlo con mi familia y salgo a hacer cosas personales. Seguro que ese tipo de cosas las dijo una persona que se disgustó por el bicampeonato del Quito, un travieso que quedó triste por ese logro”.
“Siempre lo he dicho. Yo creo que el único camino que llevará a Barcelona a tener fortaleza institucional y económica, para luego futbolística, es tener un plan de trabajo y respetar los procesos deportivos. Cuando eso suceda se reflejará en el equipo de fútbol”.
“Los dos casos tienen que ver con la respuesta anterior. En clubes donde la institucionalidad es fuerte, esas cosas no suceden. Yo fui jugador y técnico de Barcelona en los noventa, y eso no pasaba. Si no tuviésemos flancos débiles, no pasaría nada de lo que se ha visto lamentablemente”. Dijo ante los actos protagonizados por la hinchada.
“En el fútbol, como en la vida, hay que tener sentido común. Para este año Barcelona armó el mejor plantel posible, de acuerdo a su presupuesto. Esa es la realidad, y con eso tenemos que apostar a la seriedad, a los procesos de trabajo y al tiempo. Ahora, si usted tiene un club con una base de jugadores fuerte, que tiene dinero y puede elegir y traer figuras, puede apelar a la inmediatez como un plan”.
Por último, los casos Marangoni e Ibarra. “Faltan dos meses para terminar esta etapa. Un jugador extranjero necesita algo de tiempo para adaptarse, y en su momento veré si necesito hacer un cambio o no. A mitad de año buscaré fortalecer el equipo, pero eso depende de la realidad económica. Ibarra es un gran jugador, que recién está a punto en lo físico, ya que no juega desde la mitad del año anterior por una lesión con la Selección; es factible que ya pueda arrancar como titular”.
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