Se volvió loco cuando el paraguayo Velázquez tuvo el gol, pero no pateó de una, quiso enganchar frente al arquero y terminó cayéndose. Era el 1-0 para San Lorenzo que estaba trabajando un partido difícil. Y Ramón Díaz, quien vivió parado casi todos los 90 minutos, lo vivía a full (aunque ante cada torpeza de un delantero suyo, es posible que también lo sufra como ex goleador) y sabía cuánto valía quebrar el marcador primero. “Sabíamos que sería un partido complicado -explicó luego el riojano-. Pero el equipo respondió muy bien a pesar de las ausencias”. La referencia es por tres titulares con los que no pudo contar por tratarse de una fecha FIFA: Ortigoza y Aureliano (Paraguay) y Carmona (Perú). Sin embargo, y con la chapa final del resultado ya colocada e inamovible, el DT -distendido- le buscó el lado positivo a esta historia. “Es importante porque todos demuestran que pueden jugar”, dijo y tendrá que seguir buscando variantes y esperando que los suplentes vuelvan a responder, porque para la próxima fecha no contará con dos puntales defensivos: “Fue una linda batalla, lástima que perdimos a Bottinelli (expulsado) y a Tula (lesionado) para el próximo partido”.
Las comparaciones con el torneo pasado fueron surgiendo solas, porque a nadie escapaba que luego del 3-1 a Olimpo en el Nuevo Gasómetro, el Falcon de Ramón había quedado en la cima (como podría quedar ahora si gana el partido suspendido ante Vélez). Sin embargo, el DT -sin perder el humor- levantó el freno de mano y metió todos los rebajes posibles en su caja de cambios: “Tenemos un grupo consolidado. Este es otro campeonato, otro equipo, otra dirigencia... El único viejo soy yo”.
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