ANGEL GUILLERMO HOYOS en BOLIVAR (BOLIVIA)


 ¿Sabe usted que hay muchos jugadores bolivianos que se caracterizan por ser indisciplinados?
— Tengo una opinión diversa para eso: creo que el jugador es indisciplinado porque se le permite serlo, porque su motivación no es de un nivel muy alto. El jugador tiene que entender que esta profesión dura muy poco y es un privilegiado. Si no se da cuenta de esa magnitud, se ha equivocado de profesión.

En el caso que viene, hay que darles la oportunidad a los jugadores de demostrar que están listos para participar en esta ilusión de Bolívar, en este cambio, y si no están dentro, tienen que dar un paso al costado.

¿Qué significa venir de un mundo donde las condiciones son muy grandes, a un club que es pequeño con relación a Europa?
— Lo importante no sólo es la parte futbolística sino también la institución; y difiero con usted, porque creo que Bolívar es un grande dentro del fútbol sudamericano. El Barcelona es un grande a nivel mundial, con inversiones millonarias que hacen que el fútbol sea de un nivel altísimo.
Y el Bolívar tiene grandes dirigentes, me ha asombrado la capacidad que tienen de ver un futuro al que no se llega sin los planes que ellos tienen, de disciplina, de mejoramiento de la calidad de los campos, de las instalaciones. Muchas veces el crecimiento no pasa porque estés en Europa o en Sudamérica. A mí lo que más me ha impresionado es esa visión empresarial, futurista y que puede desarrollar el fútbol de Bolivia a niveles muy altos, eso me seduce, porque sé que voy a un grande.

 ¿Qué opinión tiene de Marcelo Claure, quien lo ha contratado?
— Me parece una persona triunfadora, confiable cien por cien, y no lo digo por quedar bien con nadie; usted va a ver que siempre digo lo que pienso y siento, me parece una persona extraordinaria, me sedujo todo su perfil y su ambición de lo que quiere hacer con el Bolívar, y no sólo con el club, también con Bolivia, porque hace que se reactive todo; y eso aumenta la calidad, la preocupación por mejorar. Me parece que las empresas se deben involucrar más en las bases, para que haya una mejor juventud, que es el futuro de un país, por eso es muy importante el fútbol.

 ¿El hecho de venir a dirigir a un equipo sudamericano significa resignar grandes sumas en la parte económica?
— Las cifras que se han manejado no son ciertas, pero más allá de eso no voy a Bolivia a buscar dinero, sino algo que es mucho más importante para mí, que es mi profesión. Quizás sea (la que va a ganar) una cifra importante para allá.

 ¿No le da miedo no volver a dirigir después en Europa?
— No, al contrario. Me llamó un periodista de La Tercera de Chile, y se lo dije: para mí es un paso muy importante hacia adelante, no para atrás. Se lo dije: “cómo será de grande Bolívar, que tú me estas llamando ahora y nos estamos conociendo gracias al Bolívar”. Para mí es un paso importante trabajar en un equipo laureado, noveno a nivel sudamericano y, con una vigésima séptima participación en Copa Libertadores. No es un paso para atrás, es un desafío importante que me va a hacer crecer en todos los aspectos.

¿Conoce a su antecesor en el cargo, Néstor Clausen?
— Lo conozco, estuve en un par de encuentros con él. Hace muchos años que no lo veo; pero me parece a la distancia, que ha hecho un gran trabajo. A Néstor lo conozco como jugador, conozco su profesionalidad, su entrega, y creo que como uno juega uno vive, y como uno juega uno dirige, así que creo que ha hecho un gran trabajo. Le mando un abrazo porque ha logrado la clasificación a la Copa Libertadores.

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