“HISTORIA DE UN RETADOR MEMORABLE”
En 1.978 el club Deportes Cobreloa gana el campeonato de segunda división del fútbol chileno. Este club fue fundado el 7 de enero de 1.977 y un año más tarde obtiene su derecho a competir en Primera División.
Su ciudad de origen es Calama y está ubicada sobre una altiplanicie que tiene la misma altitud de Bogotá – 2,600 ms – y que a su vez reposa sobre la inmensidad del desierto de Atacama, escenario por estos días de la noticia que conmovió al mundo entero, al saberse que 33 mineros habían quedado atrapados dentro de una mina que estaba a más de 700 metros de profundidad; y que por fortuna lograron ser rescatados recientemente, en una acción mancomunada en la que se combinaron todas las estrategias y recursos que se tenían a la mano, y en la que participaron las fuerzas vivas de toda la nación.
Cobreloa logra su primer título en el fútbol profesional de Chile, dos años después –
1.980 – de haber ascendido a Primera División; lo que constituyó todo un récord difícil de igualar y que de hecho aún no ha sido superado ni en Chile ni en Suramérica.
Un año más tarde – 1.981 – Cobreloa logra llegar a su primera final de Copa Libertadores de América, sorprendiendo tanto a Chile como al resto del continente, al ser en el hemisferio un equipo completamente desconocido.
En esa oportunidad en que este advenedizo retador intentaba bañarse de gloria internacional, tuvo que enfrentarse en dicha final, al mejor equipo brasileño del momento, al que casi nadie podía doblegar dentro y fuera de Brasil; y en el que militaba el mejor jugador brasileño de todos los tiempos después de Pelé – Artur Antunes Coimbra “Zico” – un magistral volante de creación con una gran capacidad goleadora, quien llegó a ser comparado con Diego Armando Maradona precisamente por todos sus atributos técnicos.
El primer partido se jugó en Río de Janeiro – Estadio Maracaná – y el gran Flamengo se vio “A Gatas” para vencer al aguerrido Cobreloa 2 – 1 en el partido de ida, para luego ir a perder en el Estadio Nacional de Santiago 1 – 0 con este temerario Cobreloa – no se le permitió jugar en Calama porque su estadio no tenía la capacidad mínima de aforo que se exigía para jugar una final de copa, que era de 20.000 espectadores – triunfo que obligó a un tercer partido de desempate jugado en el estadio Centenario de Montevideo, donde Flamengo se impuso 2 – 0.
No conforme con todo lo conseguido tanto en Chile como fuera de su país en Copa Libertadores de América, y en tan corto tiempo de estar jugando en Primera División, Cobreloa volvió a coronarse campeón del fútbol austral en 1.982, y ese mismo año volvió a ser finalista de la Copa Libertadores de América; esta vez frente al apergaminado Peñarol de Uruguay. Un inesperado empate a cero en Montevideo crispaba los nervios de la hinchada de Peñarol, que fue silenciada por el tesón y el oficio de este desconocido equipo chileno al que no pudieron vencer en su reducto.
Una semana más tarde, con un “Gol de Otro Partido” como dirían los argentinos, al filo del minuto 90, Peñarol obtuvo la Copa Libertadores, y Cobreloa se quedó con la “Sangre en el ojo”, sintiendo cómo el injusto y antojadizo destino le arrebataba una vez más un derecho ganado a pulso, sudor y en franca lid: el derecho a inscribir su nombre en la historia del fútbol continental, porque Peñarol nunca fue superior, porque Cobreloa no jugó en su estadio y no tuvo en extenso el apoyo de sus hinchas, y porque fue birlado por la propia suerte.
Todo esto lo consiguio este Club con un gran profesor Argentino-Chileno Vicente Cantatore todo una referencia de un gran Tecnico que tambien triunfo en España en el Real Valladorid, Sevilla,Tenerife, Betis y Sporting de Guijon..
Todo esto lo consiguio este Club con un gran profesor Argentino-Chileno Vicente Cantatore todo una referencia de un gran Tecnico que tambien triunfo en España en el Real Valladorid, Sevilla,Tenerife, Betis y Sporting de Guijon..
¿Cuántos equipos colombianos que logran ascender al fútbol profesional pueden igualar una hazaña como esta? Sólo el Deportivo Pasto logró llevarse un título de liga y pare de contar. Esta historia tendría que ser conocida por muchos de los jugadores que conforman los equipos que compiten en la “B”, y que tristemente hoy defraudan en la “A”.
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