EDWIN "VENADO" CASTRO EX-MOTAGUA (HONDURAS)

¿Cómo transcurren los días del Venado Castro?
La gente se pregunta sobre lo que hace un jugador después del final de la carrera. Siempre quieren saber cómo queda uno. Las cosas hay que tomarlas de buena manera y que la gente vaya viendo la parte humana de los jugadores después de tantos años de fútbol.

¿Pero qué hace el Venado trabajando en el estadio Nacional?
Siempre me lo preguntan y yo siempre le doy gracias a Dios por tener un trabajo digno y que no terminé en la calle como otros jugadores. Dios me abrió las puertas para que mi vida diera un giro total y eso fue importante para toda mi familia.

¿Se imaginó terminar trabajando en el lugar donde se hizo famoso?
Cada vez que pasaba por el estadio siempre me decía a mí mismo que un día iba a estar trabajando en el estadio. Lo que no sabía era que lo haría en el mantenimiento de la instalación y los días del partido en la vigilancia de que el espectáculo se desarrolle con normalidad. 

¿Le da nostalgia estar aquí para trabajar y no para jugar?
Claro. A uno siempre le pican los pies por jugar en esta cancha. Siempre recuerdo los buenos tiempos que viví y uno quisiera volver a pasar eso. Hay gente que hasta me pide que me cambie para que entre a jugar con Motagua y eso es lindo.

¿Y usted se anima a volver?
A mis 41 años me siento con capacidad de jugar con Motagua. Nunca he dejado de estar activo, necesitaría un mes para ponerme a tono y jugaría, pero es muy difícil que suceda.

¿Es cierto que el otro día que jugó Motagua usted dijo que le dieran 30 minutos y que resolvía el partido?
No tanto así. Pasa que la gente me decía en las gradas que si a mí me dieran 30 minutos yo podría resolver el juego. Los aficionados siempre me tienen mucho cariño.

¿Todavía mete goles?
Claro. Estoy jugando para veteranos los sábados y gracias a Dios hago uno, dos o tres goles en cada partido. Los aficionados dicen que si yo meto tantos goles todavía por qué no estoy jugando en Primera. Eso me motiva.

¿Y sus últimos años cómo han sido?
Antes de trabajar aquí en el estadio estuve como asistente técnico de Hernaín Arzú en el equipo de Segunda División. Formamos una academia de fútbol con dos amigos en El Pedregal que se llama Venado-Barcelona. Con mi esposa tenemos un negocio que ella administra. Es un salón de belleza.

¿Extraña los años de futbolista famoso?
Claro y más cuando uno se pone a ver los salarios de ahora, lo que más quisiera es seguir jugando y siendo famoso. En mis tiempos no se ganaba tanto.

.- La dirección técnica, ¿le interesa?
-En eso estoy sacando el curso. Ya tengo dos niveles y sólo me falta el tercero para poder dirigir en primera división; tengo el anhelo de dirigir este año algún equipo de segunda división, pienso que quizá mi nombre pueda ayudarme a abrirme alguna puerta.

- ¿Hay algún equipo que nunca dirigiría?
No lo hay, soy un profesional y debo estar listo para dirigir a cualquier institución interesada en contratar mis servicios

SUERTE AMIGO "VENADO" , ESPERAMOS VERTE DIRIJIENDO ALGUN EQUIPO LO ANTES POSIBLE.

Comentarios